El Directorio de YPF aprobó por unanimidad el jueves deshacerse de yacimientos maduros, que son campos de baja producción que a la petrolera no le resultan rentables. Se trata de 55 áreas, según indicó en un comunicado.
A su vez, luego de hacer una evaluación de esos activos y de cuál será el valor contable que podrán recuperar en el balance, la petrolera decidió anotar una pérdida de US$ 1.800 millones. O sea, esos campos estaban sobrevaluados en el balance.
«Básicamente la gestión anterior escondió pérdidas por 1.800 millones de dólares invirtiendo en áreas (entre ellas Santa Cruz) donde el costo es mayor a la ganancia, el balance solo se sostiene porque existe Vaca Muerta que compensa», indicaron en la petrolera .
No obstante, algunos técnicos del sector petrolero consideran que es un impairment (revalúo contable) tradicional y habitual en esta industria.
Con la decisión de deshacerse de áreas maduras, YPF busca optimizar su cartera de campos convencionales «con el objetivo de realizar una asignación eficiente del capital que priorice activos de escala que aporten mayor rentabilidad y resiliencia ante distintos escenarios», explicó la empresa oficialmente en una carta a la Bolsa.
Los campos seleccionados serán vendidos o su concesión devuelta a la provincia correspondiente. El plan de la compañía es enfocarse en los campos no convencionales.