Ahogada por una deuda multimillonaria de toda índole, que incluso en la última semana redundó en el corte de servicios como la electricidad en alguna de sus plantas, con un flujo de materia prima mínimo y en plena ola de recorte de personal, SanCor tomó una decisión que pone en evidencia el desastre comercial y financiero que atraviesa la firma. La unión de cooperativas acaba de presentarse a concurso preventivo de acreedores y su continuidad operativa queda en entredicho. La compañía viene de paralizar la actividad en dos de sus instalaciones en la provincia de Córdoba. En el seno de la láctea se debate la posibilidad de abandonar el esquema de cooperativa que ha sido un distintivo de SanCor desde su fundación para, de esa forma, habilitar la adquisición por parte de un privado.
La compañía láctea dio cuenta de la presentación a concurso de acreedores vía un comunicado en el que expuso su intención de buscar soluciones a su crisis comercial y financiera.
«Tras atravesar una profunda crisis en 2017, la Cooperativa inició un proceso de reestructuración que fue cumpliendo distintas etapas. Este plan incluyó una instancia extrajudicial, así como la venta y cierre de varias dependencias productivas, comerciales y administrativas. Estas medidas permitieron una paulatina estabilización de la situación que transitaba la Cooperativa», indicó la firma.
Luego añadió que «diferentes alternativas y mantuvo negociaciones con un grupo empresarial interesado en desarrollar un fideicomiso que impulsara su recuperación. Sin embargo, luego de dos años, esa iniciativa no prosperó, lo que marcó un punto crítico en el camino de la Cooperativa«.
La cúpula de SanCor reconoció que los últimos conflictos laborales y las negociaciones para buscar capitales frescos no prosperaron. «SanCor continuó dialogando con nuevos interlocutores interesados en participar del negocio, logrando progresos significativos en dichas gestiones», aseguró.
SanCor, entre despidos y un funcionamiento al mínimo
Por el momento, y a un ritmo prácticamente «simbólico», la compañía sólo mantiene en funcionamiento su planta en Devoto (Córdoba), donde produce el queso crema Mendicrim y su línea de mantecas, mientras que en Gobernador Gálvez y Sunchales concentra su procesamiento de sus leches larga vida, chocolatada, infantiles y en polvo, además del dulce de leche.
Desde el entorno de la unión de cooperativas no descartan que estas instalaciones cesen sus actividades en el corto plazo si no se recupera el volumen de proveedores de leche.
Mientras tanto, la firma sigue enviando telegramas de despidos. Desde el jueves de la semana pasada y hasta la fecha, cerca de 500 trabajadores de la firma distribuidos entre las plantas de Gálvez, Sunchales, Carlota y Balnearia recibieron sendas notificaciones de cesantía en las que la firma alegó «razones de fuerza mayor ajenas a la voluntad de la compañía, que son de público conocimiento».
SanCor concluyó 2024 con un nivel de procesamiento de leche cercano a los 500.000 litros diarios, pero sólo durante la primera quincena de enero esta marca cayó a menos de 200.000. Desde el entorno de la compañía se reconoce que la firma carece de «flujo en la caja», por lo que siguen los incumplimientos de deudas salariales y el pago a proveedores.