En solo dos meses del gobierno de Milei se derrumbó el poder de compra de los salarios como consecuencia de la fuerte devaluación y la liberalización de prepagas y combustibles. La suba de sueldos en enero fue de 14,7%, según la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) contra una inflación de 20,6% en el primer mes del año.
Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA-Autónoma, calculó que el índice RIPTE cayó en términos reales un 20,7% en los dos primeros meses del año.
En enero de 2024, el salario promedio fue de $555.269,16 mientras que la canasta básica para una familia de cuatro personas, dos mayores y dos menores, fue de $596.823 para no ser considerada en situación de pobreza. Es decir, que el salario promedio quedó $41.554 por debajo de la canasta familiar.
Los trabajadores formales tienen cierto resguardo por las paritarias y es un segmento de la clase trabajadora que es el mejor pago, aun así los salarios formales se derrumbaron. Esto anticipa una baja mayor de los salarios de los trabajadores informales. Según los últimos datos disponibles del Indec, la pérdida del salario real para los sectores informales en diciembre de 2023 fue del 57,5% en relación a octubre de 2016 (desde esa fecha el Indec publica los datos). El poder adquisitivo de los informales cayó un 44,2% (diciembre 2023 vs diciembre 2019), y se desplomó un 14,2% solo en diciembre.