«La brecha estaba en 10% hace 20 días, ahora está otra vez arriba de 50%. Si la brecha se sigue incrementando, los exportadores preferirán no liquidar, y empezas a tener una expectativa de devaluación mayor, ya se especula con una devaluación en febrero-marzo, argumentó Buteler.
Un análisis de Equilibra destacó que «mantener este ritmo de depreciación diaria implicaría llegar al inicio de la cosecha gruesa en marzo con un tipo de cambio real en línea con el de julio de 2023, cuando el propio FMI consideraba que estaba atrasado y le pidió al por entonces ministro de economía Sergio Massa devaluar para destrabar nuevos desembolsos».
Por su parte, Pablo Repetto, jefe de Research de Aurum Valores, evaluó que «la estrategia cambiaria podía ser relativamente apropiada hasta fin de diciembre, pero seguir manteniendo un crawling de 2% mensual es demasiado riesgoso, y eleva las expectativas de un salto cambiario, y eso no es bueno».
Al respecto, en Aurum Valores estimaron que «al ritmo de devaluación del 2% mensual y corrigiendo la serie de tipo de cambio real por la inflación de diciembre, asumiendo nuestras proyecciones de inflación para enero y febrero, el dólar llegaría a fin del próximo mes a niveles muy similares a los que tenía previamente a las PASO 2019». E indicaron que «actualmente, considerando como referencia el dólar a $800 del 13 de diciembre cuando se devaluó, el valor del dólar oficial en términos reales ha perdido $100″
Los analistas de PPI también remarcaron que «ante la disparada de la brecha, las expectativas devaluatorias se deterioraron significativamente», lo cual se reflejó en la cotización en la plaza de futuros que evidencia un fuerte salto tanto en marzo como en abril, mes de ingreso de la cosecha.
De igual mirada, el analista Gustavo Ber juzgó que » se está reanudando una mayor dolarización ante las tasas reales muy negativas, dentro de un proceso de licuación, y un crawling-peg de sólo el 2% mensual, el cual podría ir incubando a corto plazo atraso frente a la elevada inflación en curso». Y aseguróq que «existe preocupación por un menor saldo comprador del BCRA a partir del regreso de los importadores, así como la próxima caída en la demanda de dinero en febrero que podría alimentar mayor búsqueda de cobertura Y todo eso va generando mayores expectativas respecto a una posible nueva devaluación antes de la cosecha gruesa, en busca de incentivar las liquidaciones, cruciales por contar con una mayor oferta de divisas».
A su vez, Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieras afirmó que «si se traba la acumulación de reservas, los cambios que se quieren llevar adelante se demoran y se cae el volumen de liquidaciones en el mercado libre de cambios crecen las chances de un mayor ajuste en el dólar oficial hacia febrero- marzo». Y enfatizó que «es algo que puede ocurrir aunque no está claro que vaya a suceder».
«El gobierno está llevando adelante reformas profundas. El principal riesgo radica en que las reformas tuviesen un importante grado de rechazo tanto en el Congreso como en la sociedad. Si bien ha comenzado a realizar correcciones, los desequilibrios aún persisten y los riesgos también, por lo tanto es imposible descartar tensiones. Si las reformas tienen éxito y la inflación no se desboca, el gobierno puede llegar a la cosecha gruesa sin eventos de tensión extrema», esgrimió.